Es uno de los balnearios más exclusivos de la costa atlántica, cuya tranquilidad emblema se fusiona con un ritmo de vida equilibrado entre deportes, arte, gastronomía y naturaleza.

El aire de Cariló renueva y con solo bajar las ventanillas del auto ni bien se ingresa por sus calles de arena, uno ya puede sentir el aroma a pino y escuchar a las aves musicalizar un escenario de árboles gigantes. Su nombre alude a “médano verde” y, aunque el destino ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, todavía conserva esa esencia. La arquitectura se integra en el entorno, como un atractivo más, sobre todo para los amantes de las caminatas.

La actividad del día es, por supuesto, la playa; y este verano más que nunca: todos los balnearios se renovaron en infraestructura para recibir a sus visitantes con programas para chicos y grandes. Están los clásicos Hemingway y Cozumel, y esta temporada, Neruda se viene con todo.

Los deportes acuáticos marcan el ritmo de las olas con el surf, kite surf, windsurf y stand up paddle, además de la divertidísima banana. Los sponsors se aseguran de mantener la energía bien arriba con actividades como yoga y running. Y los más aventureros pueden aprovechar las excursiones en cuatriciclo o 4x4 por los médanos, y los test drive de las concesionarias, siempre presentes.

Las rabas, los licuados y las cervezas frías son la opción ideal para los que eligen todo el día la arena. Y quienes buscan descansar del sol, disponen de una amplia oferta gastronómica en el centro comercial, que cada año se amplía más sin perder su look pintoresco. Con más de 20 galerías, los bares, cafés y restaurants ofrecen desde opciones autóctonas de la zona y del resto del país, comida de autor, menús saludables, las clásicas pizzas y pastas; por supuesto, mariscos y platos de mar, hasta gastronomía americana y mediterránea, siempre a la vanguardia y al nivel de los comensales más exigentes. Algunos de ellos son: Tante, La Ronda y Acqua & Farina.

Para finalizar el día, los hoteles y aparts proponen circuitos de spa, meditación y actividades de relax, ideales para descansar antes de ir a cenar. Durante la noche el centro comercial se ilumina desplegando la oferta de las más exclusivas marcas de todos los rubros, shows en vivo y opciones para antes y después de comer.

Preferido por las familias y las parejas, la oferta hotelera se ha ajustado a la demanda con un abanico de estilos: desde cabañas alpinas o los primeros hoteles que mantienen el espíritu pionero, en equilibrio con el bosque, como el primer apart hotel del balneario: Cariló Village, hasta complejos más modernos como Sea Point, Sea View y Sea Breeze, en primera línea con el mar. Departamentos con servicio o estilo loft, también tienen su encanto. Vizion Suites, Torres de Mar y el nuevo Boreas se suman al único hotel 4 estrellas del balneario, Marcin, y al clásico Howard Johnson.

No todo es playa en Cariló, el bosque también convoca a disfrutarlo en bicicleta o a caballo. ¿La perlita? Cariló Golf Club, un paraíso para los golfistas.

El mundo tiene sus escondites y Cariló es uno de ellos.