A la vanguardia de la técnica

Estar a la vanguardia de la técnica significa estar un paso por delante de lo conocido. Es necesario acompañar al producto con nuevos softwares y herramientas, para ofrecerle al cliente una sensación de excelencia, tanto cuando adquiere su vehículo, como cuando realiza el mantenimiento.

 

 

 

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Imaginemos la situación de conducir un Audi. Desde el primer segundo en el que se enciende el motor, a través de sensores, se obtiene información del auto y del entorno, y se realizan cálculos en solo milésimas de segundo. La electrónica ha convertido a los vehículos en grandes computadoras, las cuales se interconectan entre sí y administran varios sistemas mecánicos.

La gestión del reparto de fuerza del motor y de la eficacia de la potencia de este ha sido uno de los mayores avances de la industria automotriz: motores que “apagan” los pistones según la necesidad de potencia, o que se encargan de aplicar la fuerza ejercida en cada rueda son algunos de los ejemplos.

¡Hoy pueden llegar a ser más de cien unidades trabajando en un mismo vehículo! Es el caso del nuevo Audi A8. Todas las unidades de control son controladas por distintos softwares, los cuales van evolucionando y actualizándose, como un teléfono celular o el sistema operativo de una computadora. En algunas ocasiones, incluso deben actualizarse ciertas partes del vehículo. Estas actualizaciones tienen sus razones: Audi busca la mejora continua en sus productos, aumentando la performance en la gestión electrónica y mecánica de las piezas, y, al mismo tiempo, evita averías a futuro. Es por ello que surge la necesidad de realizar un servicio de inspección y mantenimiento.

El servicio de mantenimiento Audi puede compararse con el mantenimiento de un piano de cola. Al pasar los kilómetros y el tiempo, deben realizarse ciertas verificaciones, y, a su vez, deben ejecutarse ciertas actualizaciones, para que siga circulando como la primera vez. La misión del taller es mantener la armonía compleja y exclusiva que presenta un Audi.

Durante el servicio, se conecta el vehículo al “Mundo Audi”, una base de datos en el cual se almacena la información de cada Audi del mundo y se obtiene información específica, como los datos de fabricación, la configuración de cada sistema, si hay disponible actualizaciones de software o, bien, si es necesario actualizar componentes mecánicos.

Además existe una función especial sobre la que Audi fue pionero, llamada “Función guiada de averías”. El equipo de diagnóstico “dialoga” con todas las unidades de control, averigua si hay alguna incidencia y, en caso de detectar alguna avería, realiza varias pruebas para dar con la falla y elaborar un diagnóstico inteligente.

 

En cada concesionario oficial, Audi cuenta con un técnico entrenado solo para realizar exclusivamente un análisis avanzado y el diagnóstico de todos los vehículos que ingresan en el taller.

Luego, se procede al recambio de componentes de desgaste natural, tales como el aceite, conjunto de filtros y más.

En conclusión, el servicio de post venta se centra en un solo propósito: lograr que la satisfacción de adquirir un Audi sea la misma al momento de realizar un servicio, atendiendo a todas y cada una de las necesidades del cliente y del vehículo, en evolución constante.